¡Encogidos!

Por Flavio Vaccarella

Me puse a pensar por qué no había leído este pequeño libro de 82 páginas. Me lo dio un amigo del colegio en la feria del libro del año que acaba de pasar. Su hijo Santiago Alonso Mena López es el autor de tan solo 13 años y uno de los expositores en aquella feria (FIL Lima 2017) que fui solo porque me dio mucha curiosidad conocerlo. Sus padres lo han ayudado a publicarlo en una edición propia, es decir sin editor.

Me recuerda mucho a mí mismo. Si bien es cierto comencé a escribir algunas cosas a los diecisiete años nunca tan precoz como Santiago ni tan escritor como él ya que publiqué mi primer libro cuando ya había pasado los treinta años y fue una coedición con una editorial local, es decir, lo tuve que financiar yo mismo.

Creo que demoré en agarrar este libro y muchos otros porque ya no leo novelas o cuentos de ficción. Desde que escribo ya nada me llama la atención y siento que leyendo a otros autores se me puedan pegar inconscientemente las ideas literarias de éstos, o influenciar mi manera de escribir. Además, uno se vuelve muy crítico y ya nada sabe igual. 

Aun así, sabía que debía leer el libro de Santiago porque todo indicaba que él es un buen síntoma de que algo anda bien en un mundo de tanto no bien.

Primero, bien por sus padres que han sabido entender lo que hace, aunque esto solo conlleve a gastos y no ganancias.

Segundo, me da gusto saber que existen adolescentes que en una edad tan difícil optan por leer y escribir. No todo debe ser tan malo en nuestra sociedad para que produzca a un Santiago el día de hoy, y ello me hace feliz. Y añado que el logro es sin la ayuda del estado.


El relato de Santiago se sitúa en un grupo etario similar al suyo. Cuenta la historia de un grupo de adolescentes de una escuela que tienen muchas rivalidades, hay envidias, rencores y abusos. Y es que Santiago a muy temprana edad logra entender que el ser humano cuenta con muchos defectos, pero también virtudes, y esas virtudes alicaídas trata de ensalzarlas por medio de recursos literarios que solo los que escriben entienden, y me refiero a la trama y la creación voluntaria de un mundo y una situación que son parte de la ficción, la trama deja atrás los defectos del ser humano para darle la bienvenida a virtudes que ahora sus personajes comparten.

A pesar de y por lo libre del ser humano (libre albedrío) que comete tantos errores es que comencé a escribir y veo que hay algo o mucho de eso en Santiago.

Encogidos es un libro de valores, valores que solo se inculcan a los niños, y que  luego es mas difícil enseñarselos a los adultos porque el ser humano ya está muy corrompido, contaminado y exhausto.  Tenemos  todos los días ejemplos de la falta de valores de algunos o muchísimos seres, y mas recientemente una vacancia y un indulto que me cagó la navidad, pero que felizmente y con ejemplos como el de Santiago debo admitir a regañadientas que no todo está podrido.

Encogidos es un libro que recomiendo leer a todos los que se inician en la lectura y como no, también  para los padres que acompañen la lectura de sus hijos.

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